CRÓNICAS DE LA MELUSA DEL AMOR: GARRA Y SU “ARROZMUVI”

No puede sonreír más, si lo hiciera correría el riesgo de ser confundida con cualquier protagonista de anuncio de compresas (y lo suyo son otros rodajes), y es que es libre y empieza su “arrozmuvi” :destino Almería , su coche, su tienda de campaña y algo para bucear, sale a las diez de ese pueblo…llamémosle Dagazno, más tarde de lo previsto , pero da igual, es genial, no hay nadie que espere ni horarios que cumplir, su sonrisa y Got a right to be wrong a toda pastilla dan el pistoletazo de salida : ¡a devorar la vida!
Hacía tiempo que quería hacer algo así, disfrutarse ella toda, ella y el tiempo, y este es el momento, su Itaca está más allá del Sur, de los mares y las profundidades que espera surcar, está en saber estar consigo, quiere limpiarse, física, mental, espiritualmente, sacudir todo aquello que lastra su andadura, y así espera ayunar para purificar cuerpo, guardar silencio para airear mente, sentir sin ser sentida para desembarazar alma.¡JA!... Kavafis, ahí vamos. Este es EL DIARIO del viaje:

VOL.I “En el amor, lo importante es el momento, no se puede conocer a la persona ni antes ni después”.
2046


Cinco horas, cinco cedés, y ya estoy en Vera, a pesar de haberme preparado con martillo y todo, la dura piedra del suelo hace que despierte a medio camping de su tranquila siesta y que atraiga compasivo al otro medio que está de sobremesa, llueven ofertas de clavos más fuertes que los míos, “deja que te eche una mano vecina” y ahí tengo a la ídem, agarrando ganchos, gomas y lo que sea, “¿vienes tú sola?” pues sí y “¿de dónde?” de Madrid “Ole ahí ella solica” y bueno ya me siento como en casa pero con familia, “¿quieres un cafelillo?” no gracias, que está hecho, de verdad o un refresco algo, no, no voy a ver si me duermo la siesta en la playa que estoy cansada: ¡ea!, pues ya me conozco a medio camping, claro que sí, silencio, aislamiento, jaja, ¡ay! qué más da: me siento feliz, que buen rollito, y además libre de ropa, yujuuuuuuuuu.
Sí, lo había olvidado, toda esta escena se desarrolla en pelota picada, he elegido un camping naturista porque me gusta, porque lo conocía y porque es más coherente con los motivos que hasta aquí me han traído: desconectar de todo, voy a hacer un semiayuno para eliminar toxinas, nada de alcohol, todo el día en la playa y algo de buceo en el Cabo de Gata, y todo el día en bolas, sintiéndome salvaje total y en comunión con la naturaleza. Me acompaña hasta la playa el tipo de mantenimiento del camping que se ha prestado a ayudarme en todo, y me pone ojitos, aunque como es un poco bizco, igual no, y que gentilmente me quita un espino que ha atravesado mi chancla, entre furtivas miradas a mi entrepierna, y la verdad es que a su lado me siento desnuda, pero porque el está vestido, “aversiejquetecrejque”…y sigo contenta ante esta camaradería y buen espíritu.

En la playa hay gente pero se está a gusto, elijo un sitio y me deposito suavecita y discretamente, dispuesta a ser acariciada por el sol mientras duermo; son las cuatro y media, y este sol ya no es temible, intento leer un poco pero me es imposible, mucho cansancio y el mar y la arena que me tienen hipnotizada; de repente noto que un “pollo” se sitúa cerca de mi posición, no, en realidad es “demasiado” cerca, lo demasiado “demasiado” para pensar en alguna intencionalidad remota , y comienzo el diálogo conmigo misma: Sí claro, seguro que es gay, un chico sólo y en una playa nudista… claro y tú una chica sola entonces ¿eres lesbiana? Y arguyo que no es prejuicio sino “postjuicio”, tanto en uno como en otro caso: los solitarios masculinos suelen ser gays en busca de acción ,mientras que las féminas alone lo están porque no queda más remedio o porque están de arrozmuvi en cualquiera de sus variedades (como “moi”: variedad ayuno-olvido de “to”), dicho lo cual olvido al tipo al que miro de reojo, pues no quiero que se entere de que yo me he apercibido de su presencia. La verdad es que adivino que está muy pero que muy bien, y eso que, como ya digo, no puedo enfocar plenamente, vamos que sí ,que seguro que es gay, así que me olvido, y la ligera inquietud que se había despertado en mí se va desvaneciendo con mi cada vez más asentada conclusión y la llegada del sueño, en ese estado de semiinconsciencia y con la babilla al borde de mis labios, oigo a mi vecino playero moverse intranquilo, bufando, cual toro cabreado, pero sigo a mi siesta, y entonces: un eructo bien “plantao” llega a mis oídos, he ahí a Garra que bajo sus parpados tiene los ojos como platos, bueno me digo, se dice Garra: “que ideal no hay nada más natural que un eructo y esta es un playa naturista , pero el colmo de los colmos es que además y esto sí que es prejuicio, en un gay todavía me parece más ideal , como de diseño, así como son ellos de divinos y modernos; prosigo mi siesta a pesar de, y , no sé si en ese momento o una hora después debido a la desorientación propia de estas siestas playeras oigo una voz que me dice, “oyeeee, oyeeee”, me giro un poco y entreabro los ojos como única señal de que escucho, “eceee libroooooo questaaa leyeeendo de que va”, caray está más bueno de lo que yo pensaba, ese acento granaino (origen que conoceré algo después) me hace mucha gracia, y medio dormida pero con una sonrisa en la boca sólo acierto a extender mi mano y entregarle el libro, lo lee atento,” yyyyeeeezto, ce me parece a mí que va de mizsterio o del oezste o acín” , me descojono, y le digo que está basado en un crimen real (es A sangre fría de Capote) ,”¿de amor?”, me descojono aún más, los playeros circundantes empiezan ya a mirar de reojo a la escena que estamos protagonizando , porque no se les ha pasado por alto la maniobra de aproximación y ligoteo forzado, y es que no hay más que ver al chaval , tiene 24 añitos, se rasca la cabeza, buscando que decir, mira a un lado y a otro, y piensa en voz alta que me hace reír aún más : “y qué máh, y qué mah” intentando encontrar las palabras del guión que cree debe seguir para conseguir su objetivo, me confiesa que ha venido solo porque estuvo hace unos fines de semana con coleguitas, y le gustó mucho, pero que los echa de menos, y que se siente cohibido, porque claro “aciiiiii solo” en bolas, me pregunta que a qué creo que se dedica y , yo que no soy amiga de adivinanzas, le digo que no sé y que me lo diga, “gigoló” y corriendo dice que no, jajá, “que zoy “barman” ” que le debe parecer más impresionante que camarero, le digo toda seria que se podría dedicar a lo primero perfectamente, y me da las “gracia mujé”, está nerviosito perdido, me dice que se le seca la boca, que está en el hotel, que si nos vamos a las tumbonas, o al “jacuci guay que te relaja que no vea” ,le explico que a mí lo que me gusta es el mar, y cuales son mis propósitos purificadores y de aislamiento espiritual, “entonceeee no va a beber na, no quedamos pa tomar algo” aún no me estoy cagando en mis buenas intenciones, porque me sigo creyendo fuerte y segura y contenta por estar en ese camino sanador y reforzador de voluntades, así que le dejo claro que no hay nada que hacer, aunque aclaro porque el chico se lo merece y no ya por esa estupendez física , sino porque cada vez me cae mejor (a pesar del eructo que en un hetero me parece vulgar), que ya me gustaría a mi haberle conocido en otro momento. Le propongo un baño para aliviar esa tensión, y allá que te vamos, le hago una broma de típico humor de Mari y claro no la pilla, pero se muestra voluntarioso a hacer cualquier cosa que pueda agradarme, mi voluntad se empieza a tambalear, cuando adivina mi edad, once años más que él, no lo puede creer, “entonces eres una mujé, y que zabe lo que quiere” “zabe que quiere no bebé, ni salih…” será cabrito, y yo ahí como si no me costará, claro ,claro …”Joe, eztáz mu bien”, me vuelve a mirar y “joe , ya lo creo”, y yo cómo si no hubiera oído: ¿quéeeee? me mira a los ojos y me dice clavando sus pupilas en mis pupilas y haciendo un gesto señalando al hotel “queztaz mu bien”, me río, se da cuenta de que no hay nada que hacer, y dice “habrá que irce, si hay que irce hay que irce”, poniendo cara de pena y sonriendo en un último intento de derribar la ¿fortaleza? , me oigo decir, venga vete, y me dice “yo valoro mucho tú decición, si tú no te respeta... y eso e lo que quiereeeee, ci cambia de opinión pregunta por Álvaro en el hotel” (si es que hasta el nombre lo tiene bonito), vale, vale, “ci,ci me estáh diciendo vale como a loz tonto”, podría parecerlo pero lo digo porque ya estoy empezando a arrepentirme y presiento que mi voluntad se empieza a derretir…y es que a pesar del eructo, a pesar del “nos colemos” que me hizo dar un respingo, a pesar de su tierna edad, me parece un tipo estupendo y gracioso y admirable por los huevos que le ha “echao”, y que como además esto no es para enamorarse sino para pasarlo bien, pues eso que tiene un polvazo.
Veo como se aleja cabizbajo, “toalliarrastrao”, dejando una estela de melancolía, y la zorra sentimental que llevo dentro, experimenta un mix de ternura y comezón de bajo vientre… pero sintiéndome contenta y segura, por haber mantenido mi voluntad por encima de la tentación del momento me duermo sonriente.

Continuará…Próxima entrega:
Vol. II Cuidado con las marañas.