30.8.10

Aunque el comienzo oficial del año es el 1 de enero, la cruda realidad es bien distinta. En enero aún estamos sometidos a la rutina diaria, nada cambia entre diciembre y el mes siguiente. Pero en verano, concretamente en agosto, parece que el mundo se paraliza. Pobre del que intente llevar una vida normal. Es imposible. Intentad hacer una triste fotocopia, compraros unas medias o unos pinturines sin tener que acudir al Carrefour de turno. O tomarte unas cañitas en el bar de abajo. Vamos, que esque ni ver la tele. También cabe la posibilidad de que hagas lo que la gente vulgar: irte de vacaciones. Y entonces te juntarás con toda la gente de tu ciudad en un pueblo cinco veces más pequeño pero eso sí, con playa, en bermudas y pagando tres veces más por la misma sopa estarlux que en la tienda del chino de al lado de tu casa. O por la cocacola lait. O lo que es peor: por la lata de Mahou verde. Pero luego llega septiembre y todo vuelve a una normalidad renovada, llena de nuevos y buenos propósitos: me pongo a dieta, reforman tu tienda de siempre, inauguran algo, te cambian los presentadores del telediario, las nuevas temporadas de las telemierdaseries… Para que luego digan. Y yo aún no me he quitado los rulos. Igual ahora, para septiembre… FELIZ AÑO NUEVO.

16.8.10

Noticias...


Queridas Maris:
Naufragando hoy por la red y antes de quitarme los rulos, he encontrado esta noticia:

"Los médicos no salieron de su asombro cuando al operar a un hombre de 75 años en Cape Cod (Massachusetts, noreste de Estados Unidos), lo que temían que fuera un cáncer de pulmón resultó ser un guisante que había germinado."

Yesika querida, manifiéstate, en tu pueblo suceden cosas...