Entrada dedicada especialmente a Garra y StrayCat (porque se lo están perdiendo, se lo están perdiendo y no les llegarán ni los rumores con el estruendo de las olas caribeñas).
Qué bonito momento, qué bella sensación la que tuve el lunes pasado en una gran superficie llamada Alcampo (Auchan para los franceses). Sufrí un flashback repentino que me llevó, sorprendentemente, al verano de 1995 en Moscú de la Rusia, donde hacer la compra era siempre una aventura de resultado incierto y la costumbre era acaparar lo que fuese que el caprichoso azar dispusiera ese día en la tienda: diez paquetes de salchichas, 500 rollos de papel higiénico, 1 kg de queso (era una barbaridad como la del papel higiénico, por el precio y la escasez), 50 paquetes de fideos chinos instant, 3 decenas (un cartón ruso) de huevos... Nunca pude comprar todo esto en un día. El mecanismo era muy similar al de la carta a los Reyes Magos:
1- Escriba sus deseos de artículos a comprar en una lista.
2- Pórtese bien los días previos.
3- Ármese de valor y paciencia y vaya a todas las tiendas del barrio, mirando bien por si apareciera algún producto de la lista en un puesto callejero improvisado.
4- Como sólo encontrará (con suerte) el 30% de los productos de su lista y nada le garantiza que mañana queden existencias, compre todo lo que el dinero que lleva encima le permita.
5- No olvide que, para evitar el acaparamiento de víveres, deberá pasar primero por caja y obtener su ticket (previo pago) y volver a hacer cola en cada sección para recibir su compra. En el caso del queso son tres colas: para pedir la cantidad deseada (si la hay) y anotar el precio que el tendero escribe sobre el envoltorio, para pagarlo en caja y para entregar el ticket y ser premiado con una adquisición que el resto envidiará (hubo miradas asesinas en alguna ocasión).
6- No sea iluso y no anote en la lista cosas que jamás encontrará, como por ejemplo: lejía, papel higiénico suave, huevos (bueno, a veces ocurren milagros) o filetes de ternera. Sepa que si se le antoja una botella de vino español (Don Simón) le costará lo mismo que en España un Don Perignon en el Ritz, decántese por el vodka que le saldrá a precio de litrona y haga suyo este lema: "Esto es lo que hay".
7- Si sobrevive se habrá convertido en alguien respetado y admirado por el pueblo ruso, que inteligentemente se pregunta (y le preguntará) qué hace alguien como Vd. en un sitio como éste.
Las cosas han cambiado bastante y ahora hay supermercados a la europea en casi todos los barrios moscovitas, bien surtidos y con ofertas del día (algunos regalan las bolsas). Espero que este revival no dure mucho, que sólo tengo medio depósito de gasoil y una berenjena y cuatro huevos en la nevera.
Aunque, si sobreviví a aquel verano, bien puedo sobrevivir a éste.
P.D.: Garra, Cat, traed lo que podáis si no habéis dejado las neveras llenas y unas garrafas de combustible (y unas tortillas de trigo, queso en lonchas y jamón cocido para las maris)
7 comentarios:
Querida Gildarlata,
gracias por la información y la dedicatoria de tan interesante crónica, te diré que sí estábamos al tanto, entre otras cosas, porque entre los asistentes a la boda,había un gran número de ellos que se dedican a la logística y algún empresario del camión...además yo me fui advertida por un amigo: compra aceite y leche que se avecina una gorda, como siempre lo de hacer la maleta ocupa todo el tiempo previo al viaje, tengas unas horas, un día o una semana como en mi caso, y claro no hice acopio (un poco también por considerar exagerada la advertencia).
Aún así, sobreviviré.
Pos nomás traje unas galletitas saladas de la bisnes clas...pero las podemos compartir
Bueno, aunque yo no lo he podido comprobar porque con las 4 cositas que encontré el lunes tengo para comer hasta el día del pinki, me han contado que ya hay de todo en las grandes superficies. Y lo mejor es que no hay clientes, pues ya se llevaron víveres para un mes (o dos) y no volverán a la carga hasta que se les estropeen las patatas y les caduque la leche.
He de suponere que mañana sufiré en mis cannes (no se lea como el famoso festival cinematográfico) la carestía que ni por asomo hemos vivido esta semana en tierras canarias.
Con poco menos de medio queso, una lata de coca-cola light, litro y medio de leche un par de cajas de galletas y poco más como provisiones, espero encontrar mañana algo más que estantes en alguna de las grandes superficies que circundan mi barrio.
Hace tiempo que dejé de aprovisionar víveres en casa, prometiendo no hacerlo hasta que el ascensor estuviera instalado y subir la compra no fuera una ardua tarea más propia de esclavos.
Me conformo con ir un par de veces por semana a hacer no más compra que la estrictamente necesaria, que no sería la primera vez que algún kilo de arroz u otra provisión cae en la basura por falta de uso (es lo que tiene acumular)
Creo que aguando un poco la leche, estirando el queso (previa intruducción en el microondas para faciltar la lavor por calentamiento) y dosificando mis queridas Digestives, puedo aguantar tal vez hasta el viernes.
Dios quiera que todo vuelva a la normalidad.
Ni que decir tiene que comer "en K la ´Ña" y gorronear su exquisito cocido ayudará a pasar el mal trago.
Como echo de menos los espléndidos buffets del desayuno en el Parador de El Hierro!!!
JAJA! Jo, lo que le gusta a una mari una catástrofe nuclear. Tu has estado en peores situaciones, y por mucho que lo jures, no me creo que tuvieses una berenjena y dos huevos en la nevera!
Lo más triste de esto es que hay dos muertos (que yo sepa) un huevo de heridos ,y otro huevo y medio de gente desesperada.
En Portugal la situación ha sido igual de chunga pero no se habla de ello en los medios españoles por que como sabeis Portugal solo existe cuando hay elecciones.
Espero que todo haya valido la pena.
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