Almagansa en concierto: Crónica de una crónica

El pasado viernes 23 de Mayo, tuvimos el placer de asistir a otro concierto de nuestras querida Audrie, acompañada de esos pedazo de músicos que son Almagansa (No se porque, pero este nombre me recuerda a una expecie de Ex que tuve y que procedía del albaceteño pueblo de Almansa)

La cita fué en Bar&co. lugar habitual de los conciertos de nuestra Mari cantarina, al menos, que yo recuerde, los últimos los he visto siempre en ese lugar.

Con los nervios propios de una artista de su categoría, los músicos nos fueron recibiendo a las puertas del recinto, trasmitiendonos los nervios propios de los momentos previos a tan enorme acontecimiento socio-musical.

Audrie nos anticipó que el concierto sería una especie de viaje que nos llevaría hasta una playa donde la cosa acabaría en sodoma y gomera y la cosa empezó bastante bien.

Ocupando como casi siempre la primera fila, aquel día las circunstancias me impidiero hacer más el ganso de lo que en mi es habitual: circunstancias coyunturales.

Como iba diciendo, los primeros acordes de "Partido alto" empezaron a sonar, Audrie y David iba desgranando una a una las notas de esa canción David con su guitarra y Audrie con su voz, ese instrumento que tan bien utiliza y tambien usa.

Continuaron con "Let´s fall in love" ante un publico entregadísimo desde los primeros acordes del concierto para hacer una particularísima versión de "Layla" de Cream en donde Natalie hizo la voz principal.

No lo he contado a estas alturas de la entrada en el blog, pero el lleno fué total, el poder de convocatoria de este conjunto musical es inmenso y es que su calidad musical lo avala, me consta que incluso algún productor musical podría encontrarse entre los asistentes, así lo auguraba mi acompañante aquella mágica noche

Además de las archiconocida "Hacia el agua", Almagansa tenía previsto interpretar más composiciones nuevas y "Rompehielos" fué la primera, precediendo a la ya mencionada "Hacia el agua"

Tengo que decir que, a diferencia de otras convocatorias, esta vez escuché al grupo más compacto, no había nadie que tapara a nadie y el sonido era bastante destacable.

Más composiciones ajenas se pudiero escuchar esa inolvidable noche: "Through the fire" "That´s all" ó "500 miles high" no fueron sino perfectamente ejecutadas por estos inigualables músicos.

A estas alturas de la noche el crucero nos había conducido a una de esa playas, como Audrie prometió al principio de la noche.

Otras tres composiciones nuevas no dejaron al público indiferente, las distintas fuentes musicales de las que beben todos y cada uno de los músicos se hacen notar y nos lleva a ver en Almagansa una capacidad de mimetismo que les lleva desde los clásicos "Standars" a momentos de Rock duro e incluso gótico, sin que suene chocante a su público, que disfruta en todo momento de la maestría y saber estar de unos músicos que demuestran tener tablas sobre el escenario.

"El limbo de las promesas incumplidas" "Olvidando el suelo" y "Tiempo" suenan a "Hits" a grandes composiciones que pasarán a la historia musical de este grupo.

Almagansa hace un amago de despedirse del público, pero este vocifera:necesita más, quiere más.

Audrie nos "chantajea" y dice que darán todo a cambio de unas cervezas, eso está hecho.

Garra y Gildarlata vuelven con el preciado zumo de cebada y Almagansa empizan los acordes de "Bring me to life" una versión de la conocida canción de "Evanescence" haciendo Alberto la voz masculina y sirviendonos para comprobar que Audrie nada tiene que envidiar a Amy Lee.

En este momento mi vejiga me pedía a gritos una visita el señor Roca, lo que me impidió disfrutar todo lo que me habría gustado de "El tren" un clásico de "Leño" al que tengo especial cariño y en el cual, probablemente habría dejado de lado mis inhibiciones para ponerme a botar como un loco.

La sorpresa final nos permitiría escuchar a Audrie y Natalie en japonés, emulando a mi querida "Nomiya Maki" pero cantando de forma más transgresora que la cantante de "Pizzicato five" y puedo asegurar, que si cerrabas los ojos, nadie habría distinguido a una nativa de Audrie.

Más aplausos, el público que pide más, pero el concierto se acabaría con esta canción, no así la fiesta que se prolongaría hasta altas horas de la madrugada ( mis obligaciones laborales me impedirían alargarme más de lo que me habría gustado)

En fin, una noche inolvidable gracias a Alberto, Álex, Rodrigo, Natalie, David y Audrie.

Y también gracias a vuestra compañía.