Alfonso, cual ave Fénix desplumada, saludando desde Taipei |
La aparición de otras formas de comunicación, mucho más inmediatas y accesibles, hizo que nos alejáramos de este lugar común donde habíamos compartido tantas experiencias y reflexiones.
Ahora volvemos a tener la necesidad de estar aquí todas, de escribir sobre lo que nos pasa o lo que no nos pasa, de pasárnoslo bien y disfrutar de la compañía cibernáutica del resto, que está siempre ahí, dando apoyo, cariño y, sobre todo, humor, mucho humor.
Bienvenidas de nuevo, Maris.